Se han cumplido ya los cincuenta años del levantamiento hungaro en contra de la ocupación de las tropas sovieticas en aquel pais de la Europa central. Recuerdo que escribi un discurso a favor de aquella causa justa, noble y por supuesto incomprendida. Hoy me place el hacerlo público, consciente de que muchas cosas han cambiado tanto en Hungría como en España y que tampoco se me va a entender ol mejor dicho no se querrá entenderme. Asumo este riesgo. Decía - escribía - aquel noviembre del 56:
"A vosotros los obreros martirizados de la Gran Hungría.
A vosotros los jovenes patriotas caídos en defensa de la autentica democracia,la libertad de vuestros compatriotas y la independencia de vuestra gran patria la nación hungara nacionalista y democrata por excelencia.
Desde el día en que os alzabais contra los opresores rusos que desde 1.945 estaban esclavizandoos por la única gracia de haberos liuberados de las garras nazis con el fin de implantar en vuestros hogares la bárbara y anarquica doctrina marxista,atea; privandoos de los fueros que habiais obtenido; vuestra sangre corre arroyos derramando abundantes gracias y fuerzas para los que quedan y es semilla de nuevos patriotas.
Todo esta restablecido dice el intruso gobierno de Budapest puesto a la solda del Kremlin pero ay del que se atreve a gritar un "¡ Viva a la Hungría libre e independiente !". Puede estar seguro que va a seguir la lista de los deportados a Siberia o los victimas de los tribunales de terror. Pues yo siguiendo a la autentica voluntad española les digo que no admiro a vuestra política sea hortista, sea fascista,sea socialista o sea titista; sino que admiro a vuestro heroismo puesto al servicio de la tradición magiar y en defensa de la verdadera Hungría democrata.
Caídos húngaros. Yo soy español fiel a la Comunión Tradicionalista mantenedora del espiritú cristiano y de la hidalga unión del suelo patrio; pero aunque sea tradicionalista respeto a las opiniones de mis adversarios con el único que respeten a la mía. La que defenderé siempre que la vea ridiculizada y hecha mofa esta doctrina que tanta sangre ha costado a España a lo largo del siglo XIX y en la guerra antibolchevique del 1.936 al 1.939.
Húngaros, Vuestro sacrificio no es baldío.Aunque la O.N.U, que ayer se os lamentaba y hoy prefiere proteger sus bolsillos en Suez antes que socorrer vuestra sed y hambre de libertad. Dicen los señores de Naciones Unidas que la Unión Soviética les impide intervenir en auxilio vuestro. ¿ Y no les han impedido las locuras megalománicas de Nasser en Suez? ¡ Ah ! Pero en Hungría no hay los intereses del Canal de Suez que construyeron los trabajadores egipcios bajo la dirección de ingenieros, arquitectos y maestros de obras anglo-franceses.
Esta gente de la IO.N.U, se felicitaba de que por fin os atrevaís a enfrentaros con los soldados esbirros de la inicua U.R.S.S.; pero ahora cuando os ven agonizantes, cobardes, os dejan en las redes de una potencia extranjera que os oprime. Dicen que vale más que una nación desaparezca antes que provocar una tercera guerra mundial.
España y la Iglesia Católica son los únicos que continuan interesandose por vuestros padecimientos. En repetidas ocasiones el representante español en la O.N.U, ha pedido auxilio para vosotros, Y el Papa, desde los microfonos de Radio Vaticano, han lanzado un mensaje de paz y de ayuda para vuestros huerfanos; que, por causa de las salvajadas marxistas, no tendran ni Patria, ni Familia, ni Hogar. Y principalmente les faltará calor y amor materno, porque una madre no se puede sustituir.
La Iglesia y España desean la paz pero esta paz no ha de ser de palabra. Tiene que ser y debe ser una paz justa que respete los derechos y deberes de la Raza Humana. Las libertades y tradiciones de los pueblos.
Podeis estar seguros, caballeros magiares, que si un día por la O.N.U, se decide a intervenir, los españoles de verdad serian vuestros principales aliados. Acordaos siempre que fue nuestro delegado permanente en New York el que intervinó en favor vuestro antes que las otras naciones del mundo libre.
Es para nosotros, valientes martires de Hungría, vuestra bandera un simbolo de esperanza, de pureza sin mancha, de tradición liberal y de sacrificios a costa de verter sangre. No olvideis, jamás que, al lado de vuestras victimas, estan los oprimidos españoles de 1808 y los caídos por Dios y por la Patria de 1.936. En este resurgimiento vuestro, hay magiares amigos dos epopeyas de gloria hispana.
1º) Aquella de la Guerra de la Independencia contra los franceses que, sopretexto de ayuda, venían a desterrar a nuestros legitimos soberanos que siglos antes nos habían proporcionados. Con las huestes de Napoleon Bonaparte venian los sembradores de doctrinas precursoras de las doctrinas bolcheviques. Es la vertiente que podemos equiparar a la insurrección anti sovietica; cuyos jeriflate os prometían en 1.945: Pan, Justicia y Libertad. Y tan engañosas han resultado ser sus palabras para vosotros como las de Napoleon para nuestros padres.
2ª) La revolución contra el Frente Popular seguidor de las doctrinas de Marx y Engels que al igual de los afrancesados del XIX querian convertirnos en un país satelite del extranjero. Francés en 1.808. Ruso sovietico en 1936. Sí la Rusia Sovietica de 1.917 digna heredera de la Francia de 1.789 de los Robespierre y Danton enemiga de Dios y de los auxilios de un ministro de nuestra santa madre la Iglesia Católica y partidaria de implantar el culto grosero a la materia. Es la vertiente que os corresponde con este levantamiento del pasado 23 de octubre de este 1.956 en contra de un regimen que - repito - os sigue oprimiendo y engañando.
No, heroicos hidalgos magiares,bien sabiamos en 1.945 que un día, Hungría, se desengañaría y sería el primero de los satelites en sacudir el yugo y gritar en defensa de su Dios y de sus sacerdotes. Hungría sería la primera nación despues de España en luchar comtra las farsas que enseñó primero Voltaire y luego Karl Marx y Valdimir Ilianov Lenin.
Los españoles - nosotros - somos ante todo católicos, amantes de nuestra propia región y sin el catolicismo la unidad española.Vosotros caídos hungaros sois fieles a la democracia liberal y vuestra politica principal es la tarea del campo. No quiero importunaros oh inmortales guerreros que quizá mis palabras de español y de católico - de hombre al fin y al cabo -de nada serviran: pero si nadie en el mundo os amara sepad que existe todavía un cristiano,un español,un hombre que defiende vuestros legitimos deseos y vuestro patriotismo herencia del Gran Kossuth en pro de vuestra independencia nacional.
Y vosotros bárbaros sovieticos cuando habreis terminado de vejetar nuestro y vuestro Dios y su Iglesia y cuando habreis terminado de brutalizar una nación que hace doce años os recibió brazos abiertos, comfiando en vuestra palabra y hoy reclama esta prometida libertad, volved a la razón.
Hungaros. Seguid vuestra lucha. La muerte de vuestros caídos será vengada. Hungría un día será libre y alcanzará sus legitimos derechos de pueblo libre.
Confiemos en Dios , Juez Supremo que algun dia vuestros opresores van a arrepemtirse algun día. Vuestra causa triunfará y todos los pueblos podremos hermandarnos en una unidad mundial no por la fuerza de las bayonetas sino una fuerza de libertad respetuosa de las esencias tradicionales de las naciones y cultos religiosos de sus individuos. Tal es mi deseo. Con vosotros grito : ¡ Viva Hungria libre! Gritad conmigo ¡ Viva España siempre cristiana y católica!"
En este 13 de noviembre del 2006 no pido aprobeis mis ideas de entonces y de siempre,sino que las respeteis en su justo valor.
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