martes, octubre 02, 2012

UNA PEQUEÑA CHARLA EN UN PQUEÑO PUEBLO

Ignoro cuáles fueron las circunstancias de esta charla mía en el local parroquial de Fornalutx,ubicado en los bajos de la “Rectoría. Por de pronto yo era bastante más joven que no ahora y las cosas tampoco me iban mejor que ahora. El público de jóvenes de mi edad y quizás un poco más jóvenes y un poquito más mayores no creo fuera de los que más se interesasen a lo que les contaba o dejaba de contar. Y ya no hablemos del reverendo Cristóbal Trias, ( Don Tofol) el economo - así era conocido entonces el encargado de atender la pequeña parroquia que era y sigue siendo la villa de Fornalutx - por quien aquella charla no era otra cosa que fantasías de un chico llegado hacía poco de Francia con su padre y su madre y que se llamaba Juan. Pero que decía en concreto el tal Juan. Allí en el pueblercito de Fornalutx, en los lejanos años cincuenta o sesenta del pasado siglo XX? Me he encontrado unos apuntes que hablan de catolicismo social y de la Rerum Novarum, la encíclica del Papa León XIII. Aunque, como en 1963 o 1964 o quiza aún peor, nadie se las lea o lo mire con una risita burlona, pues por narices y porque creo ser quien soy y quien merezco ser considerado, he optado por publicar en este blogg las lineas siguientes de lo que entonces escribí y leí: "Siempre ha habido sacerdotes íntegros y sacrificados que han hecho prueba de amor por las buenas y necesarias reformas. Así como en los primeros años del cristianismo hubo un San Agustín, un San Antonio de Viana y un San Ambrosio que con su sabiduría y su ejemplo ilumina la Iglesia;a lo largo de la Edad Media vemos un San Francisco de Asís anunciando que la pobreza no era ninguna deshonra, un Santo Domingo de Guzman anatematizar la superstición y los rebotes de herejías antiguas y poco serias, un San Pedro Nolasco y un San Juan de Mata socorriendo y trabajando pacíficamente por la liberación de quienes se encuentran cautivos en tierras no cristianas. Encontramos a un Ramon Llull. (venerado en Mallorca como bienaventurado) - empleando sus ciencias para obtener un mejor entendimiento con las otras relegiones monoteístas y su conversión voluntaria y sincera al cristianismo. Y una Santa Catalina de Sena que imploraba con insistencia por la unidad del mando jerárquico de la Iglesia Católica bajo el báculo del sucesor legítimo de San Pedro. Cuando llega el Renacimiento aparece un San Vicente de Paul para aliaviar las miserias de la gente indigente y un San Pedro Clavé - quie en el continente americano - levanta la voz en contra de la humillación de la gente de piel negra, Y ahora que no tendremos cuando más las necesitamos estas lumbreras de la fe, haciendo luz en el alma a cada uno de nosotros? Pues sí tendremos porque la rueda de la Iglesia como la del tiempo sigue funcionando y por mucho digan quienes no la pueden encobeir no se detiene nunca. A finales del siglo XVIII San Juan María Vianney muestra a los sacerdotes esparcidos por el mundo que la importancia de su ministerio no esta en el lugar jerárquico que ocupan pero en la sencillez y el cumplimiento de su sacerdocio. Pero la primera autoridad eclesiástica de cierta relevancia social que debería inmiscuirse en un movimiento social parece habría sido: Monseñor Von Ketteler (1811-1877), obispo de Maguncia, el cual arrastraría a muchos católicos alemanes compatriotas suyos. Un intrépido defensor de la libertad de conciencia sensata. Seguirán luego, en Francia, el religioso dominico. Padre Henri Lacordaire (1802-1861), el bien conocido, Federico Ozanam (1813-1853), fundador de las no menos conocidas "Conferencias de San Vicente de Paul" y el aristócrata y militar René de la Tour du Pin (1834 - 1924). En España - país que ha conservado la fe, pero que tiene un cristianismo que peligra en las altas esferas comparecen un catalán como Jaume Balmes luchando por la unidad política de los españoles que hacen profesión pública de su religión católica. La importancia o trascendencia del movimiento social católica en aquella España del siglo XIX creo fue un tanto relativa debido a que están fuera del alcance intelectual de un chico que ahora (en 1963 o 1964) para explicarlas con más profundidad: No penetración de la filosofía de la Revolución Francesa en el mundo del campesinado hispáno. Círculos por el contrario afrancesados y mantenimiento de la omnipotencia y de los privilegios externos del clero bajo el régimen de la Monarquía Liberal son evidentemente tesis, antítesis y síntesis malas de engirgolar dentro la imaginación de un estudiante que sólo tiene el Certificado de Estudios primarios para dar una explicación de los motivos del retraimiento y desconfianza patrios hacia integrarse al Movimiento Social Católico. Así es que llegaremos al día histórico del 15 de mayo de 1891. Sí un 15 de mayo, ¡Qué casualidad!. En 2012 podría parecer ésto como una fecha profética, premonitoria, pero en 1891 no fue otra que la publicación, por parte del Papa León XIII, de una encíclica, llamada, "Rerum Novarum". Al "proletario uníos!" De Carlos Marx, el Papa propone el no menos grito revolucionario de: Id y acercaos al pueblo! " Cae la Rerum Novarum como una especie de bomba. Ciegos dentro de su sectarismo anti religioso y más aún anti clerical, los elementos marxistas llaman en contra del engaño de una nuevo esclavitud del proletariado. La burguesía, aristocrática, capitalista y los grandes empresarios mueven los hombros en señal de irónica indiferencia y censuran la encíclica como una loca aventura o algo de pocas mesas. El clero mismo reacciona con ambigüedad y sólo quedan en última instancia quienes con cierta razón dejan entender que se trata de una estrategia para frenar el monopolio de la influencia marxista sobre la clase obrera. Atacado por unos y desprecios por otros, León XIII sigue no obstante la tarea para propagar el hermanamiento y estabilización de todas las clases sociales y no el enfrentamiento sistemático. Pero el gran pontifice reformador necesita quien le ayude a la empresa que está decidido a llevar a cabo, ¿Quién elegir pero? ¿Sacerdotes? León XIII sabe que a pesar de todo puede contar con un número importante de ellos pero también tiene presente el inconveniente que supone a veces la presencia de una sotana o un cuello alzado blanco en cierto sectores. Personas de respetada condición social y de sentimientos virtuosos como el Conde Albert de Mun en Francia o el marqués de Comillas en España establecen lo que será este catolicismo social. La Tour du Pin, Albert de Mun (1841-1914),Claudio López Bru (1853 - 1925) segundo marqués de Comillas; hombres que nunca abdicar y renunciaran al que eran y representaban ser. Caballeros que utilizaron el prestigio social que tenían y gozaban así como sus mismos para socorrer desheredados y a aliviar a todos aquellos que el destino ha querido estuvieran al servicio de otros. El ejemplo lo recogen, Monseñor Cardyn, el Cardenal Mercier (1851-1926), primado de Bélgica o el cardenal Ángel Herrera (1866-1968). Estimado auditorio (lectores) estas son unas pinceladas de la historia de la Doctrina Social Cristiana, heredera legitima de la tradición corporativista de la edad media y luz capdaventera del progreso auténtico de los siglos venideros. Vuelven repetirse las mismas mondas cuando, en 1931, Pío XI firma la "Quadragessimo Anno" y pasará igual cuando el Beato Juan XXIIII firmará la "Mater et Magistra" (1961) y la "Pacem in terris" (1963). Hemos ganado afortunadamente una pequeña ventaja y es que ha aumentado el número de desengañados del comunismo y muy pocos se creen lo del Paraiso del Proletariado. "

No hay comentarios: